
Con el sol dándome en la cara, no directamente sino que pega en el vidrio de una ventana vecina, les cuento que los lunes con mis hijos Vale y Diegoru son inolvidables porque, al no estar la novela que miramos, sorteamos quien prepara la cena de esa noche con postre y algún entretenimiento.
La cena debe ser sorpresa y tratamos de superarnos, el postre realizado por nuestras propias manos y el entretenimiento puede ser preparado por todos. Juegos de cartas, dígalo con mímica (representación de películas), karaoke, son algunos de los juegos que ya hacimos.


P/D Si saben algún juego cuéntenme, así lo implementamos. Dios los bendiga