La Zorra, asustada, huía de los cazadores. El leñador la ocultó.
Cuando llegaron los cazadores y preguntaron si había visto a la zorra, el leñador con voz fuerte, para ser escuchado, les dijo que ¡NO! pero, con la mano les hacía seña mostrandoles donde se ocultaba.
Los cazadores no entendieron la seña y se alejaron.
La zorra salió para marcharse, el leñador le reprochó porque no le agradecía a lo que ella contestó: "SI TUS MANOS HUBIESEN DICHO LO MISMO QUE TU BOCA TE AGRADECERÍA"
HOY ES UN DÍA ESPECIAL, ÚNICO, COMO TODOS LOS DÍAS.
TRATA DE SER COHERENTE CON TUS ACTOS Y PALABRAS.
DIOS, CON VOS....