¡Que bonita que sos! Eres madre, aunque ningún hijo tengas todavía hoy.
Pero, ¿sabes? llevas impreso en tu "ser" ese don tan precioso que Dios te obsequió
tan solo por el hecho de ser mujer.
¡Agradécelo! Se humilde, tierna, bondadosa, permisiva y custodia,
dando la libertad necesaria, que es la escencia para que tu hijo vuelva
con ansiedad y necesidad de abrazarte, cada vez que la vida le presente un problema.
Sé ausente y sabia presencia, en su siembra y en su cosecha.
Y entonces el sabrá que Dios existe, que está, porque
te tiene a vos y te ve como testigo de Aquel que en la cruz
por el murió .
PARA LAS MADRES CON TODO AMOR, alba.
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