Alumnos agresivos en clase. Consejos para maestros
Cómo educar alumnos con un comportamiento agresivo
Todos los maestros se han encontrado alguna vez alumnos agresivos en clase y el profesor tiene un papel fundamental por lo que debe conocer estrategias de manejo del conflicto en las aulas.
Un alumno agresivo puede serlo por muchos motivos, pero lo que hay que intentar es sobre todo manejar su conducta y su comportamiento dentro del aula, aunque el refuerzo externo con trabajo desde casa y la ayuda de profesionales de las emociones también resulta de gran ayuda, aunque no siempre es posible.
Qué podemos hacer cuando un alumno tiene comportamiento agresivo en clase.
El entorno del aula debe ser muy estructurado con unas reglas claras que si se rompen tienen las mismas consecuencias para todo aquel que las incumpla. Cuando un alumno agresivo agrede deberá ser parado inmediatamente con estrategias no agresivas.
Cuando hay un alumno agresivo en clase no hay que ignorar la conducta, porque si no se le hace caso es como decirle al niño que estamos de acuerdo con lo que está haciendo, y puede aumentar la probabilidad de nuevas agresiones, de inadaptación y de fracaso escolar y social.
8 consejos para los maestros con alumnos con comportamiento agresivo
Cuando se da una agresión en clase, ¿qué es lo que debe hacer un profesor para responder a la provocación de un alumno agresivo? ¿Qué debe hacer cuando este alumno está agrediendo a otros?
Las respuestas del maestro a la agresión siempre deberán ser instructivas y no agresivas. Las consecuencias no agresivas adecuadas para el uso en el aula incluyen el corte de respuesta con por ejemplo: la privación de actividades deseadas, eliminación de puntos, eliminación de recompensas, aumentar el nivel de tiempo fuera.
Pero esto no es todo: los maestros también pueden tener en cuenta otro tipo de respuestas ante un alumno agresivo. Por ejemplo, cuando existe un alumno de estas características en el aula habrá que tener en cuenta:
1. Tener unas normas claras, bien establecidas y que se vean claramente en el aula.
2. Si se trabaja con un cuadro de comportamiento, darle prioridad incluso antes que al contenido académico.
3. Tener unas expectativas reales y razonables en el alumno.
4. Evitar las competiciones para evitar las confrontaciones.
5. Reducir la posibilidad de contacto con posibles víctimas de agresión por parte del alumno.
6. Estar siempre atento al comportamiento del alumno sin que se dé cuenta pero darle señales y recordatorios verbales siempre que sea necesario.
7. Igual que puede tener consecuencias negativas por un mal comportamiento, se deben dejar claros los refuerzos positivos y las recompensas por un buen comportamiento (como realizar una actividad deseada).
8. Mantener una entrevista con los padres y los profesionales necesarios de forma periódica para buscar soluciones también en los demás contextos.
Es necesario que un alumno agresivo esté en plena supervisión constante, por lo que todos los miembros del centro educativo deberán tener en cuenta el perfil de este alumno y vigilar su comportamiento para poder reducir la conducta indeseada y reforzar el buen hacer.
María José RoldánMaestra y Psicopedagoga
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