Marcos 10:17-27
17Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿ qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?»18Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios.19Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.»20El, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.»21Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.»22Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.23Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!»24Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: «¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios!25Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios.»26Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: «Y ¿quién se podrá salvar?»27Jesús, mirándolos fijamente, dice: «Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios.»
No hay comentarios:
Publicar un comentario