ORACION DE SAN FRANCISCO DE SALLES
ni el infierno me mueve, tan temido, para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves Señor, muéveme al verte clavado en esa cruz y escarnecido,
muéveme al ver tu cuerpo tan herido, muévenme tus afrentas y tu muerte muéveme en fin,
de tal manera, que aunque no hubiera infierno yo te temiera y aunque no hubiera cielo te quisiera.
porque no puedo gozar de tu favor si no vivo en unión con mis hermanos.
Puedo preservar esta unión con mansedumbre y paciencia.
Dame, entonces te suplico, estas dos virtudes y permiteme que siempre hable
y actúe amablemente con todos, que pacientemente sufra por amor a ti,
cualquier insulto o injuria que se haga injustamente contra mi, que no me enoje u ofenda
Sino que pacientemente sufra lo que me suceda por otro. amen
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