HIMNO:
No me pesa, Señor, haberte faltado por el eterno mal que he merecido
ni me pesa tampoco haber perdido el Cielo como pena a mi pecado.
Pésame haber tus voces despreciado y tus justos mandatos infringido
porque con mis errores he ofendido tu corazón , Señor, por mi llagado.
Llorar quiero mis culpas humillado y buscar a mis males dulce olvido
en la herida de amor de tu costado.
Quiero tu amor pagar agradecido, amándote cual siempre me has amado
y viviendo contigo arrepentido. Amén.
PRECES:
Demos gracias a Dios, nuestro Padre, que no cesa de bendecirnos y digámosle:
Favorece a tu pueblo, Señor.
--Por nuestros familiares y amigos, por todas las personas que se encomiendan a nuestras oraciones,
por nuestros benefactores.
--Muestra tu amor a los agonizantes, que puedan contemplar tu salvación.
--Ten piedad de los que han muerto y acógelos en el descanso de Cristo.
Fieles a la recomendación del Salvador, digamos llenos de confianza filial:
Padre Nuestro que estás en el Cielo, Santificado sea tu nombre
Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad En la tierra como en el Cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amen Amen y Amen.
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