Hoy me he dado cuenta...
lo mucho que vale mi vida
y lo poco que vale mi muerte,
yo que me creía invulnerable, ya no lo creo.
Yo que me pensaba omnipotente, ya no lo pienso.
Lo importante es la sinceridad, y ahora la tengo.
Quizás también la humildad, y ahora la obtuve.
Que ser un mártir, es de ignorantes.
Que hacer sufrir no es alegría, sino
la satisfacción de nuestro egoísmo.
Que representar la libertad, es ser libre.
Que abusar de ella, es estar condenado.
Que ser feliz, no es estar equivocado.
Tenía él 17 años, en el día de hoy tiene su flia formada, hace rato guardo este escrito y hoy quise compartirlo con la audiencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario