Se trata del Kiri, una especie con la capacidad de captar 10 veces más dióxido de carbono que el común de los árboles.
Como parte de las intenciones del país de luchar contra el cambio climático, ya ha comenzado una serie de proyectos —con San Luis como una de las zonas pioneras— Procedente de Asia, esta especie ha tomado gran relevancia en los últimos años por su capacidad de captar grandes cantidades de dióxido de carbono del aire.
Con miras a expandir el cultivo a otras zonas de la Argentina —tales como San Rafael—, se llevó a cabo una capacitación abierta sobre esta temática en la sede del INTA, que contó con la participación de Pablo Pensotti, jefe del Área Forestal del Gobierno de la Provincia de San Luis y titular del programa que plantea la producción de más de 100 mil ejemplares de Kiri en la provincia puntana. “La planta es propicia para la producción de madera, beneficia además con sus flores a los productores de miel y sus hojas ricas en proteínas, al caer de la planta fertilizan con sus nutrientes los suelos áridos y sus raíces previenen la erosión”, detalló el funcionario.
Como ya mencionamos en otra ocasión, este árbol tiene la capacidad de captar diez veces más dióxido de carbono que un árbol normal, lo cual podría convertirlo en una herramienta valiosa para reducir las concentraciones en el aire de este gas. De esta forma, contribuiría a luchar contra el calentamiento global, dado que el dióxido de carbono es uno de los gases de efecto invernadero de mayor importancia y requiere de especial atención, ya que las emisiones atmosféricas del mismo han aumentado de manera exponencial con el correr de los años.
Fuente: Buenas Noticias
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