Científicos revelan que las palabras positivas tienen efectos benéficos en los demás

Nuestras expresiones verbales pueden ser la clave para sentirnos (y hacer sentir a los demás) más felices. Muchas veces nuestro mensaje puede ser recibido con diferente impacto porque en nuestra mente las palabras “bien”, “mal” y “no” tienen desigual significado, por ejemplo no es lo mismo decir “hiciste bien ese trabajo” a que “no está mal hecho ese trabajo”, aunque el contenido de la expresión haya sido el mismo.

Esto lo explican el doctor en ética y filósofo Luis Castellanos, la pedagoga y máster en neurociencia cognitiva, Diana Yoldi; y el experto en formación de directivos, José Luis Hidalgo. Juntos forman el equipo, con el profesor de psicología Francisco Muñoz de “El Jardín de Junio”, una consultoría de recursos humanos especializada en neurociencia cognitiva aplicada a la empresa, y son autores además del libro La ciencia del lenguaje positivo.

Los especialistas sostienen que las palabras tienen un gran poder en nuestro cerebro y determinan el rumbo de nuestros pensamientos, de nuestra actitud ante la vida e incluso nuestra salud: “La ciencia nos dice que podemos entrenar nuestro lenguaje y cambiar nuestra mente, un camino que se inicia con la toma de conciencia del lenguaje que utilizamos con nosotros y los demás, y prosigue con ejercicios que nos permiten construir el hábito de utilizar el lenguaje positivo en nuestra vida cotidiana”, aclara el filósofo. “La neurociencia cognitiva comprueba que las palabras tienen el poder de generar y modificar estados emocionales y hoy podemos observar en nuestro cerebro su impacto mediante electroencefalogramas o EEG”, explica Diana Yoldi.

Según los expertos, están también las palabras neutras, que son aquellas que generan información sin carga emocional, la mayoría de ellas son descriptivas. Pero sí hay una palabra, la cual indican que es mágica, y es la palabra “maravilloso”; los estudios muestran que quien escucha esta palabra atiende mejor y con más intensidad y recuerda mejor la información que va a continuación.

En el extremo de la negatividad colocan la palabra “no”, que tanto pronunciamos a diario. “Si creamos el hábito de expresarnos positivamente, habitando realmente esas palabras, generaremos un efecto positivo en nosotros mismos y en quienes nos rodean, ganaremos en salud, en capacidad para enfrentarnos a las situaciones difíciles; así como en creatividad y capacidad de adaptación”, señalan los especialistas.

 Fuente: Buenas Noticias